En abril de 2009 se desveló a la opinión pública no especializada, a través de entrevistas en la televisión danesa al científico Neils Harrit, catedrático en química de la universidad de Copenhague, el hallazgo de diminutos fragmentos sin reaccionar de una sustancia explosiva muy sofisticada denomida nanotermita (nano-thermite).
La sustancia es conocida desde finales del siglo XIX y es utilizada por expertos en demolición, a pesar de que los restos hallados corresponden a una variante de dicha sustancia de tipo microscópico, como el prefijo nano indica, que potenciaría su naturaleza explosiva.
Se compone básicamente de óxido de hierro y polvo de aluminio y tiene la capacidad de alcanzar temperatura suficiente como para fundir, soldar o cortar el acero, cuyo punto de fusión es muy inferior a los 2000º grados que el compuesto puede generar.
Las ya muy fundadas dudas del físico Steven Jones y muchos otros acerca de la naturaleza del colapso de las torres y el edificio 7, en concreto sobre las "piscinas de lava" bajo los escombros del WTC (recordemos que tardaron en apagarse más de un mes y con lluvias) parecen haber encontrado respuesta en esta evidencia física que justificaría plenamente la presencia de aquellas temperaturas entre los escombros, así como otras cuestiones que la comisión de investgación zanjó con meras especulaciones.
Es Vox populi que cuando se diseñaron las torres se hizo teniendo en cuenta la posible colisión de un avión contra ellas debido a que el suceso ya tuvo lugar en el Empire State, rascacielos vecino. Y se tomó la precaución para el avión más grande que volaba en aquellos años, el boeing 707, sólo algo menor que los modelos 767 que el mundo entero pudo ver por televisión colisionando contra ellas.
A la luz de este descubrimiento los especuladores son los que tratan de mantener la insostenible versión oficial de los hechos
A la luz de este descubrimiento los especuladores son los que tratan de mantener la insostenible versión oficial de los hechos
A algunos nos sorprendió tanto o más el colapso de las torres (y del edificio 7, que no fue impactado por ningún avión) que el hecho de que dos aviones colisionaran contra ellas.
Hoy, más de 8 años y dos invasiones después, parece por fin que el asombro estaba justificado. Las Torres Gemelas fueron demolidas.
El hallazgo da un giro a todas las conclusiones sobre el trágico evento. A la luz de este descubrimiento los especuladores son los que tratan de mantener la insostenible versión oficial de los hechos y los tildados de "teóricos de la conspiración" parece que ya cuentan con algo más que teorías, con algo más que misteriosas explosiones en imágenes de video muchas plantas por debajo del lugar donde la estructura estaba colapsando, con algo más que sorprendentes "piscinas de lava" entre los escombros y algo más que explosiones que pudieron oír muchos testigos sin relación alguna con la colisión de los aviones.
No hace falta decir que no he tenido conocimiento de este hecho a través de la televisión, cuyos productores y progamadores en este país entiendo no lo han hallado de interés informativo, estarán, supongo, demasiado preocupados por la gripe A (tema que merece un artículo a parte) para que esta noticia haya encontrado espacio en sus telediarios.
Creo que tampoco se puede hallar reflejo en la prensa escrita, lo cual convierte el lamento en desconsuelo y uno acaba de entender bien el significado de la expresión "predicar en el desierto".
Fue Joseph Goebbles, ministro de propaganda del régimen nazi el que vaticinó "una mentira repetida mil veces se convierte en verdad", en este caso fue la anterior administración estadounidense con George W. Bush al frente, la que lo puso en práctica para lanzar su cruzada contra el terrorismo, a la luz pública, o su conquista del opio y el petróleo, a puerta cerrada. Pudimos verlo claramente con las armas de destrucción masiva que tan bien nos vino a exponer el señor Collin Powell al que apenas se ha visto desde entonces, estará aún recogiendo la cara del suelo por que se le tuvo que caer de la vergüenza.
En este escenario cobra sentido la demolición de las torres simulando un atentado terrorista y sesgando 3000 vidas, no sería el primer caso documentado de un autoatentado en la breve historia de los Estados Unidos. Son conocidos los ejemplos del Maine, el Lusitania, el incidente del golfo de Tonkin e incluso el famoso "día de la infamia", Pearl Harbour, que resultó sin duda ser día de una gran infamia pero por motivos muy distintos a los aparentes.
Al secretario de defensa Donald Rumsfeld en lugar de responsabilizarle por la inoperancia del aparato de defensa se le mantuvo en el cargo
Al secretario de defensa Dick Cheney en lugar de responsabilizarle por la inoperancia del aparato de defensa se le ascendió a la vicepresidencia a lo largo de ese mismo año
El 11 de septiembre de 2001 en Nueva York sucedió algo que ni se ha acabado de entender a nivel de opinión pública ni la versión oficial acabó de explicar (como la Comisión Warren en su día). Hoy ya empezamos a saber cómo, muchos nos advirtieron del por qué, como en todo crimen lo más complejo es determinar quién. O probablemente quiénes en el caso que nos ocupa. Tal vez siguiendo el hilo del muy reciente cambio de propietario del las Torres Gemelas, con la correspondiente renovación de la póliza de seguros (con nada menos que 22 compañías) asegurando que un evento de estas características no pudiera escapar de la cobertura y la oportuna compra a la baja de opciones de venta millonarias de las compañías aéreas implicadas en el siniestro, en volumen que sobrepasaba con creces la discrección, nos podamos encaminar, si no directamente a los responsables, a los que supieron de antemano, como indican sus decisiones, que algo iba a suceder.
En última instancia, independientemente de los autores materiales, o incluso intelectuales de la matanza, hay unos responsables claros por inacción en la tragedia. Al secretario de defensa Donald Rumsfeld en lugar de responsabilizarle por la inoperancia del aparato de defensa, más alarmante si cabe en el caso del pentágono, (en el que un supuesto avión se estrelló contra su fachada, cuyos restos brillan por su ausencia) se le mantuvo en el cargo, ascendiendo a la vicepresidencia a Dick Cheney, viejos conocidos de la administración Ford, más de 20 años atrás.
Este hecho nos puede dar una idea de la perversa lógica que rige ciertas esferas, de la inconsistencia de la versión oficial y de la impunidad con la que se cometen los crímenes más viles y atroces que son sin duda los que sirven para justificar otros crímenes como han sido las invasiones de Irak y Afganistán, responsabilizando de ello, por supuesto, a unos terroristas suicidas cerrando de esta manera el círculo.
La confirmación de las sospechas de que los tres edificios del WTC que colapsaron fueron demolidos es sólamente la punta del iceberg, por el camino quedan los documentos perdidos del caso Enron en uno de los edificios y el determinar la autoría que ahora se desplaza a latitudes mucho más occidentales, sin olvidar por supuesto el 7-J londinense (2005) o el 11-M madrileño (2004).
Como reflexión final y viendo los tres eventos en conjunto, tan cortados por un mismo rasero, uno no puede dejar de preguntarse de qué se habló exactamente en aquella famosa cumbre de las Azores en 2003. Seguramente muchos recuerden la instantánea.
Para terminar me gustaría ofrecer la entrevista en la que se divulga el hallazgo del profesor Harrit y sus colegas, subtitulado en español:
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